“Desearía
que la gente se quisiera un poco más” me dije volviendo el tiempo atrás, y
recordando cuando tuve el primer manuscrito de “Dosis Mínima” en mis manos.
Quizás,
la enseñanza de mi libro sea esa; aprender a amarnos.
Supongo
que en ciertos casos o situaciones, las personas, somos tan exigentes y
perfeccionistas que nos olvidamos de lo más importantes. Nosotros…
A veces las situaciones nos superan. Lloramos
a escondidas. Fingimos una sonrisa. Y seguimos nuestra vida, o al menos eso intentamos…
Tales son los casos de las chicas que conforman este libro.
Anorexia
y bulimia. Es hasta el día de hoy, que con tan solo deletrear dichas palabras,
lágrimas caen por mi rostro.
Asumo
que no todos lo vivimos de la misma manera, así como pocos pueden entender el
significado verdadero de estas enfermedades.
Anorexia
no es solo dejar de comer, bulimia no es solo vomitar. Detrás de esta frase doy
a entender que hay muchos más que una torpe descripción sobre el tema.
He
aquí el motivo por el que quise publicar “Dosis Mínima”, se me metió en la
cabeza que la gente debía saber que es PADECERLO. Porque los trastornos
alimenticios (Citando a una de las integrantes de “Dosis Mínima”) van más allá
de un kilo menos.
Mi
libro es una recopilación de historias reales. Aunque diciéndolo así suena muy
frío, creo.
La
realidad es que esas nueve historias, las viví a la par de mis amigas. Amigas,
sí.
Una
persona, me escribió una vez, “La amistad es un arma poderosa”
Es muy
posible que no me haya dado cuenta del significado de aquella frase hasta que
conocí a estas nueve chicas.
“Dosis
Mínima” es crudo, honesto, verdadero, sincero.
Es un
ejemplo de cómo ser valiente, aun teniendo miedo. Una motivación para aprender
a amarnos.
Por María Teresa Ciocchi