viernes, 24 de mayo de 2013

Diario 2011.

Diferente: 27/1 "Comenzó a decir que me hubiera cambiado por la de dos años atrás. Y es tan lógico que duele. Esta bueno que duela, eso dice que siento.Y aún tengo un corazón. Y supongo que llorar me dice que siento su amor, y el deseo de ser la niñita perfecta solo para ella, la que ya no puedo ser; la que por ella sería. Y otra vez... Me duele, lo siento dentro mío. Clavado en mí pecho, una aguda espina. La espina soy yo. Tengo que arrancarla de mí pecho, desprenderme de ella. Miro mi corazón, ahí esta. Sangrando. Pero me digo que soy valiente y lo ignoro. Rodeo la rama con mis manos, siento las espinas en mis dedos, penetrando.Y ahora veo la rosa con atención: Es perfecta, cada pétalo una poesía, su aroma embriagador. Entre mis débiles manos arrancó la rosa, la expulsó de mi pecho. Y entonces así pétalo tras pétalo se va desvaneciendo. Viene una fuerte corriente de aire y se los lleva. Ya no hay rosa que admirar, las espinas y el dolor son el recuerdo, la ilusión de que algún día fui buena y bella."

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