miércoles, 22 de mayo de 2013

No soy un Fantasma.

Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas con la palabra 'Desparecer'. ¿Pensaste que yo no sabía lo que se siente? El abandono. Ojala yo tuviera un corazón completo, listo para amar. ¿Y qué si esta roto? Medio moribundo, pisoteado. Todo mi ser grita que está dispuesto a amar, con esa locura que caracteriza a María Teresa. Y mí memoria vuela al alemán y recuerdo cuando dijo que ya no hablaríamos más. Quise vomitar, ahí mismo. Todavía tengo esa sensación en el estómago. Y cómo el alemán tomaba mi corazón en sus manos y lo rompía. Así de fácil, como se quiebra el cristal. Es que mi corazón era delicado como tal, y lo hicieron polvo.
Hace dos día que me encierro en el baño a llorar a los gritos, abro la canilla del agua, para que nadie me escuche. Y lloro. Entonces miles de ideas saltan mi mente, busco objetos con los cuales lastimarme. Me detengo. Y los coloco en su lugar. Y me recuesto en el suelo, helado, a llorar. No sé como alivianar este dolor. Donde esta la cura, para tanta tristeza acumulada. ¿A quien le lloro? ¿Al abuelo? ¿A mi madrina? ¿A mis ex amigos? ¿Amores frustrados?Quizás lloro por mí...

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