sábado, 8 de junio de 2013

Siempre vuelve lo mismo.

Despertó al borde del llanto. Su cuarto estaba ahora vacío, sus amigas se habían ido. Se aferro a su almohada, sintió algo debajo de ella, miro y una caja de cigarrillos virginia's se escondía allí. La abrió. Quedaban tres, o cuatro. Y prendió uno mirando el suelo, perdida y confundida. Las lágrimas se mezclaban con el humo, tenía la garganta seca. El cuarto era un desastre. Botellas por todas partes, vasos medio llenos, un habano sin terminar... que seguro sus amigas lo querrían de vuelta. Mientras lloraba, y recordaba las cosas se hacían un poco más claras. Pero no tanto como ella quisiera. ¿Qué era esto? pensó. ¿Es esto nada? ¿Me estoy aferrado a nada? Ella no lo sentía como si fuese nada. Pero él, quien sabe. Apago el cigarrillo y apoyo la cabeza en la almohada empapada en lágrimas, así se durmió. Fue un sueño turbulento con imagenes oscuras y tristes. Siempre la misma imagen, ella llorando, ella sangrando. Algún día esperaba desterrarla.

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