martes, 20 de noviembre de 2012

Desvelos.

Mis deveslos.... ¡Cuantos nombre tiene mis develos! Imposible sería contarlos. Hoy, no sé que es especialmente lo que me retiene aquí, a las 5 am. Será la ansiedad por el libro, los planes que tengo para él. Son tantos.... Ya quiero que este publicado, en mis manos. Regalarselo a mis amigas. Y hasta olerlo. Será mi peso. ¿Mi peso? Sí, mi peso. ¿Quién podría olvidarse de ello? Uno no puedo desprenderse tan fácilmente de algo así. Por ello no me declaro curada. Llevo años con esto acuestas. Desde mis 16, para ser exactos. Quizás la diferencia este, en que hoy le doy pelea. Días buenos, días malos... más malos que buenos. Pero hago lo mejor para comer lo más normal posible. Es dificil. ¿Quién dijo que sería esto fácil? A las personas que conocí que salieron de un trastorno alimenticio, les costo años quizás. Es un trabajo arduo, no de un día para el otro. Ojala pudiera dormirme y dejarme de pensar tanto. Mi principal problema: Pienso demasiado. Le soy vueltas a las cosas... Cosas que quizás son sencillas. Pero yo me enrrosco fácilmente, casi sin darme cuenta. Una de las cosas que me ponen ansiosa es saber que el miércoles traen mi piano a casa y pronto comienzo mis clases. Hace mil años que no toco. Y lo hago muy poco... Pero es de aquellas cosas que te llevan a otro mundo. Como los libros: Te transportan. Extraños las teclas, las pequñas melodías, todo. Aprender. Soy muy pesistente, cuando una canción se me mete en la cabeza, la toco hasta que me sale. Y cuando no, me frusto, paro y vuelto a empezar. Otra cosa quizás, es la facultad, me tengo que inscribir, pronto. Voy a estudir Filosofia. Me decidi por esta carrera no sé por que. Siento que es parte de mí. Letras por otra parte me parecía demasiado pesado para mi gusto. Pienso que Filosofia podría abrirme la mente. Lo tuve en el secundario y quede fascinada, casi en ese entonces me decidía por esa carrera. Pero no. Yo estaba empecinada con Abogacia. ¿Por que? Quien sabe. Era el plan. Siempre lo fue. Desde mis 12 años repetía que quería ser abogada. Siempre me gusto defender y ayudar. El problema estaba que cuando comence la carrera no me podía ayudar a mi misma. Y hoy en día me cuesta. Como díje días buenos, dias malos. Más malos. Pero de todas formas sigo acá. Recuerdo una entrada en mi Blog Vivir del Aire anunciando mi casi suicidio. ¿Cuántos habre tenido? Miles. Pero ese fue intenso. Si hasta le había mandado un mensaje a mi mamá de despedida y todo. Menos mal que llevo diaros, si no me olvidaria  de todo. Como en Dosis Minima, lo importante, es que seguimos en pie. Como sea, de cualquier forma. Pero lo hacemos. Y buscamos la forma de encontar un poco de felicidad.

Maria Teresa

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